El que os escribe se va a permitir saltarse la línea editorial de este blog y, le responde a Pérez Reverte, a título personal.
Estimado Arturo:
La respuesta es categórica, contundente, sin vacilaciones; somos un país de idiotas,
yo el primero. Idiotas, profesionales. Un país que, se mantiene
adocenado, aborregado y, manipulado por unos cuantos panza-barrigas, que
acumulan fortunas y viven a cuerpo de rey, mientras una inmensa
mayoría, hacen colas en las oficinas DEL PARO y mendigan la limosna de
turno. Son, un grupúsculo de manipuladores, que reúnen lo peor de las
dos Españas de 70 años atrás, a los que mantenemos y toleramos millones
de idiotas.
Si
Felipe II levantara la cabeza y, viese en lo que ha quedado convertido
aquel imperio “En el que no se ponía el sol”, moría sobre la marcha de
nuevo, esta vez de asco.
España,
nuestra querida España, por encima de izquierdas o derechas, es a fecha
de hoy un país de idiotas, un país de parados, un país lleno de gentuza
que debiera estar en la cárcel o fuera de este páis. Un país, España,
con cinco millones de parados en números redondos, que ocupa el primer
puesto de Europa en falta de trabajo, en falta de investigación, en
falta de coberturas sociales (para que vayáis pillando lo que es un país
con prestaciones sociales: En noruega, cuando tu mujer da a luz- de
momento allí son las mujeres- la empresa, tu empresa, te obliga a tomar
tres meses de baja por paternidad, con el 100% del sueldo!!!) en falta
de industrias, de infraestructuras adecuadas a los tiempos que corren,
en, en, en… en casi todo.
Eso
sí, que no nos hablen de jamón, de castañuelas, de fotonovelas, de
culebrones horteros, de fiestas, de programas nauseabundos, de ¡¡¡colas
de espera de hasta seis meses!!! para operarte de un hombro, porque ahí,
amigo mío, ahí no nos gana nadie.
Es
triste, es duro, pero… tenemos aquello que nos merecemos, aquello que
nos hemos ido forjando en las últimas cuatro décadas; un país de idiotas
sometidos por los culebrones Suramericanos y no Suramericanos y, la
limosna de los 420 euros.
Los bares llenos (ahora menos con la tan oportuna Ley del Tabaco), las cárceles llenas, las colas del INEM llenas y, las fábricas, los negocios, los campos, las ilusiones … vacías.
Los
cerebros de este país, tíos que por su capacidad y formación, son
capaces de ponerte un corazón nuevo, una cara nueva, de salvarte la
vida, están emigrando permanentemente fuera, donde tengan oportunidades.
Aquí, pagamos millones de euros por un tío que le da patadas a un
balón, o para inaugurar monumentos a la memoria histórica, que en
realidad, nadie ha pedido. Mientras, hay mucha gente que duerme en la
calle y que no tiene un mendrugo de pan para comer. Idiotas, sin
paliativos, sin anestesia, idiotas sin remedio.
Nos hemos acostumbrado a vivir del cuento, de las limosnas
del Estado, a no trabajar o a hacerlo nada más que lo imprescindible.
Somos un país de idiotas que, tolera lo intolerable y, que cuando las
cosas se ponen feas, mira hacia otro lado. ¿Idiotas-cobardes?
La
seguridad social (que no es gratuita) no te empasta una muela, pero si
te cambia un pene por una vagina en menos que canta un gallo ¿No es de
idiotas?
El plan de ahorro energético se basa en no superar los 110 km ¿No es de idiotas?
Las
campañas demoledoras de tráfico para prevenir accidentes, mientras que
esos mismos legisladores, permiten que un novato con 18 años conduzca
un vehículo de 240 Cv ¿No es de idiotas?
Hospitales atendidos por médicos sin experiencia y, salas de oncología con una enfermera en el turno de noche (El Fiscal Jefe de Menores de la Audiencia de Granada,
sabe tristemente, muy bien de lo que hablo), mientras se derrochan
millones en terminar autovías que llevan 20 años en construcción y que,
siguen cayéndose apenas caen cuarenta gotas. ¿No es de idiotas?
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