martes, 24 de abril de 2012

El calderero de Salamanca

Un calderero muy pobre vivía con su mujer y sus cuatro hijos, en una humilde casa de una aldea de Salamanca. En un rincón de su pequeño huerto, había un tocón que el calderero utilizaba como yunque para elaborar sus cacharros.
Una noche, soñó que si iba al puente de Salamanca encontraría una bolsa de monedas de oro.
Al día siguiente, se despidió de su mujer e hijos y emprendió viaje a Salamanca. Al cabo de dos días llegó a Salamanca y empezó a buscar por todos los rincones del puente de piedra.
Durante días, buscó y buscó, sin hallar nada, hasta caer desfallecido. Al décimo día, un vendedor que siempre montaba su tienda ambulante en las inmediaciones del puente le preguntó qué hacía allí. Cuando el calderero le contó su sueño, el vendedor le dijo:
- ¡Estáis loco! Yo sueño todas las noches con una bolsa de monedas de oro que está enterrada bajo el tocón del huerto de un calderero de una aldea de Salamanca pero no por eso voy a ir a buscarla.
Volvió el calderero a su casa, cavó bajo el tocón y allí encontró una bolsa llena de monedas de oro con la que vivió sin preocupaciones, con toda su familia, el resto de su vida.

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